Balance del pasado movimiento estudiantil en Michoacán.

Por Gerardo Gutierrez

Manifestación posterior a la represión a las casas del estudiante.
Presentamos, a continuación, un análisis sobre el movimiento estudiantil – popular que se desarrollo en Michoacán a partir de la represión hacia las Casas del Estudiante de Morelia, aquel 28 de Abril, y dio por concluido el 17 de Mayo, aproximadamente, con la liberación de las instalaciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). No pretendemos, ni mucho menos, generar ruptura dentro de las organizaciones y el movimiento, pues consideramos que la unidad es fundamental para lograr resultados favorables para la clase oprimida en cualquier contexto social, y para fortalecer esta unidad es necesario la discusión franca de los diferentes puntos de vista con el objetivo de aprender de los errores y seguir construyendo una alternativa efectiva para la lucha. Las diferencias no son las responsables de la división, la falta de unión se genera al omitir las diferencias. Como organización aportamos nuestro humilde punto de vista con la intención de fortalecer su movimiento, pues, su lucha es la nuestra. 

Los vicios se generan

A partir de 1975, desde el interior de las Casas del Estudiante, el movimiento estudiantil comenzó a reagruparse bajo un liderazgo múltiple que intentaba aglutinarse en torno a una dirección central; con tal fin se creó el Comité de Universitarios en Lucha, organismo conformado por activistas de las Casas del Estudiante y de varios Consejos Estudiantiles. A este intento siguieron otros en ese período, pero diversos obstáculos impidieron unificar al movimiento. 

“A principios de la década de los ochenta, se logró hacer el proyecto aglutinador del movimiento estudiantil en torno a una coordinadora. En el año 1982 se creó la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL), y a partir de entonces el movimiento estudiantil entró en un período de flujo que culminó hacia 1986, al darse la aprobación de una nueva Ley Orgánica para la Universidad Michoacana. Los factores que lo facilitaron fueron, principalmente: la reincorporación a la Casa de Estudios, como estudiantes, de varios ex guerrilleros amnistiados que habían rectificado el camino; la llegada de algunos lideres estudiantiles provenientes de otros lugares del país, y el surgimiento de nuevos cuadros políticos dentro de las Casas del Estudiante y en las escuelas de la Universidad” (dieumsnh.qfb.umich.mx/cap__3_el_movimiento_estudiantil.htm). 


Sin lugar a dudas las acciones contundentes en aquellos años eran necesarias, y por tradición se llevaban a cabo. Gran fuerza se aglutinaba dentro de la CUL lo cual era un factor político desfavorable para el Gobierno, que obligado por la movilización, cumplía en gran parte las demandas estudiantiles. Sin embargo, acostumbrándose a obtener todo lo que exigían, el movimiento estudiantil poco a poco se fue debilitando y perdiendo el sentido político de la movilización, es decir, hacían la movilización más por costumbre que por necesidad y sin ser acompañada de un análisis. Al obtener todos los servicios en las Casas del Estudiante, la CUL dejo de seguir la tradición de lucha.

Sin formación política para los nuevos moradores, sin valorar las Casas del Estudiante y su papel histórico, evidentemente se pierde la tradición combativa. En vez de crear cuadros políticos revolucionarios, se crean militantes de partidos políticos; en vez de que los estudiantes se organicen, se crean los “porros”, que actuarán como desmovilizador moral del movimiento, y la burocracia dentro de la CUL se hace cada vez mas grande; la corrupción, igualmente, no se hace esperar, es decir, los vicios comienzan a tener un mayor peso en la organización. 

Tan es así que actividades tan simples, cotidianas y fundamentales para el desarrollo de la militancia política. Se acostumbraron a una dinámica de trabajo sin sentido político, donde lo único que importaba era “que te pasen lista después de la marcha para que no te sancionen”, en gran parte, la dirección de la CUL fue la culpable de la deformación del movimiento, se olvido de darle formación a las bases para que analizaran el sentido de las movilizaciones, es decir, por falta de concientización y nulo análisis se bloquean las bases estudiantiles, se crean sujetos dóciles que marchan sin saber por qué.

La dirección sobre las bases

Desde nuestra llegada a la primera Asamblea Estudiantil Estatal de la Resistencia Popular (AEERP), se nos hizo evidente la poca atención que le da la CUL a las bases estudiantiles. El autoritarismo se mostró al tomar las decisiones únicamente por los Consejos de las Casas del Estudiante, dejando a un lado la opinión de la base, que muchas veces se quejó de que no se les bajaba la información como tal y otras veces se manipulaba. La base exigía que se concensara las decisiones entre todos. Se cumplían ya varios días después de la represión del 28 de Abril, y los compañeros seguían presos, torturados, sufriendo en “barandillas” y la CUL seguía intentando llevar la dirección del movimiento, a pesar de que no podía hacerlo. 
Sin darle importancia a las bases se comete un gran error, pues son la parte más importante de una organización revolucionaria, de cualquiera, pues son ellas las que llevan a cabo las actividades; son las bases quienes tienen que decidir, de acuerdo a la valoración de sus condiciones, que se llevara a cabo; son las bases la parte fundamental para que la organización se desarrolle. La dirección, siempre se tiene que acatar a la decisión de las bases, si este principio se pierde o se olvida, poco a poco se genera una especie de “burocracia” a lo interno de la organización que tarde o temprano se convierte en otro “vicio”, que solo servirá para detener el avance del movimiento.

Tres marchas en tres días, eran la única respuesta que la CUL daba al Gobierno después de la represión hacia las casas del estudiante. Actividades tibias, ligeras, que generaban más caos vial que una solución viable a la situación. Mucha, mucha fuerza estudiantil aglutinaba las marchas, sin incidentes violentos ni actos de provocación, ni una sola pinta en las paredes, los mítines carecían de sentido político. Caminar únicamente no bastaba para liberar a 13 presos políticos.

El “miedo” a las acciones

Se cumplían alrededor de 7 días con los compañeros detenidos, la desesperación de sus camaradas, familiares y padres de familia se mostraba cada vez más, y la CUL seguía sin poder, o sin querer avanzar. Los padres de familia, cayendo en llanto clamaban que dejáramos de discutir, que dejáramos de hablar y nos pusiéramos a actuar. Parecía no entenderse que teníamos compañeros presos por motivos políticos y por lo tanto, teníamos que emprender acciones políticas para liberarlos.
Acciones de apoyo en D.F.
“Acciones” ligeras como las marchas no serian suficientes para que el movimiento avanzara. Decían que no se podrían emprender acciones radicales por seguridad para las bases, las bases tenían temor por la represión, las bases no se podían movilizar, las bases tenían miedo y no era viable hacer acciones. Decían igualmente que los cuadros estaban en juego, los cuadros se podrían perder entre las acciones, pero, parecía que los cuadros no existían. 
Acciones de apoyo en D.F.
Se planeaba una movilización masiva para el martes 8 de Abril, donde toda la fuerza aglutinada se iba a manifestar. Además, se creaba la “Comisión de Brigadeo” la cual se encargaba de ir a las comunidades indígenas para buscar solidaridad con el movimiento para la liberación de los presos. Más de 16 comunidades fueron cubiertas. Cheran, Comachuen, Sevina, Nurio, Turicuaro, Santa Clara, Tarecuato, Matugeo, Ichán, Santa Fe, Chapa, son solo algunas de las comunidades visitadas que mostrarían solidaridad asistiendo a la movilización.

Sin práctica no hay teoría. ¿Movilización o formación?

Sin querer emprender acciones, la dirección manifestaba que “las bases no estaban suficientemente formadas y por lo tanto, no se podían llevar a cabo las acciones”, postura comprensible. Sin embargo, consideramos que en un contexto de represión, no existe tiempo de sobra como para brindarle darle formación política a las bases, pues tienes al Estado en tu contra y difícilmente las autoridades te concederán una “tregua” para que formes a tus cuadros. Con esto no queremos decir que la teoría se deje a un lado, o no tenga relevancia, al contrario, es indispensable brindar formación política, pero, muchas veces la práctica rebasa la teoría como en este caso.

Pongamos por ejemplo a la insurrección Zapatista de 1911, campesinos que no sabían que manifestaban por la vía de los hechos la lucha de clases,  la emprendieron mediante la práctica y la gran mayoría sin haber leído en su vida un libro de teoría marxista. Veamos también, a las comunidades indígenas, que muchas veces la propia comunidad no sabe leer ni escribir y sin tener formación política el pueblo se levanta y lleva a cabo acciones por la defensa de sus tierras o sus derechos. Por lo menos nosotros, no tenemos conocimiento de que exista literatura marxista redactada en lengua purépecha y que se impartan en las comunidades más arraigadas de la zona, donde incluso los sacerdotes decían a los vecinos que “no lleven a sus hijos a la escuela, por que los maestros son comunistas”. 

Creemos también, que para las bases que han emprendido acciones será  más fácil comprender la teoría, pues previamente la han llevado a la practica, aunque inconscientemente, es decir, en este sentido, la teoría les ayudará a comprender y analizar lo que han llevado a la practica, en este caso, la movilización.
Sí, se debe seguir una teoría pero no llegando al grado de concebirla como la formula definitiva, o como la única respuesta ante la situación, no como un dogma, ya que es evidente que muchas veces esta teoría no se puede llevar a cabo en un contexto tan concreto o requiere de un poco mas de tiempo para emprenderla. Pareciera que la CUL, en esos momentos de represión, quiso que cada uno de los estudiantes tuviera en mente la importancia y sentido del movimiento, factor que parece difícil, cuando muchos de ellos no tienen formación, y cayendo en contradicciones se pone en evidencia otro de los tantos “vicios”. 
Marcha en apoyo en D.F

La dirección como freno del movimiento

Asambleas largas, desgastantes, discusiones eternas, acciones tibias y sin sentido político congruente, esto era el trabajo que se realizaba para “liberar” a los presos políticos, en ocasiones parecía que en lugar de operativizar y hacer más dinámico el trabajo, se intentaba frenar.  La desesperación de los padres era más evidente, llegando al grado de regañarnos y caer nuevamente en llanto, molestos con las movilizaciones tan leves y posturas tan reformistas, no sabían que hacer para lograr la liberación que tanto anhelaba para sus hijos presos.
A pesar de que las bases, los estudiantes, los moradores, las organizaciones, los familiares, los padres de familia, todos, gritaban y exigían el emprender acciones más fuertes para liberar a los compañeros, parecía que la dirección no quería escuchar la opinión de las bases. Marchas, solo marchas era el trabajo, la misma ruta, los mismos oradores, en algunas incluso no había mitin; cada vez con menos contingente, cada vez sin sentido alguno. Se convocaba a una “movilización nacional” para el martes 8 de Abril, sin coordinación, sin comunicación, sin cartel, sin volante, sin por lo menos un evento en redes sociales. Se vislumbraba difícil el panorama.

La base rebasa la dirección

8 de Abril, todas las Casas del Estudiante salieron a marchar, familiares, padres, comunidades indígenas, estudiantes, organizaciones sociales y el pueblo en general salió a las calles para exigir la liberación de los presos políticos, el alto a la represión. De ciudad universitaria al palacio de Gobierno, terminando con un mitin fue la movilización nacional, que evidentemente no sacaría a los compañeros de la prisión. Los padres frustrados por tan pequeño y débil movimiento, venían que no daba resultados deseados. Es así que sin dejar de reconocer el trabajo ni de la CUL ni la AEERP, crean una alternativa a la dirección siendo ellos mismos los que eligen que acciones se llevaran a cabo para liberar a los presos. 

Asamblea urgente, inmediatamente al terminar la movilización. Propuestas, fluidas, creativas, dinámicas, congruentes. Acciones rápidas y contundentes se agendan para el mismo día. Bloqueo de “Xangari”, una de las principales carreteras que conectan a Morelia con todo Michoacán. Más de 7 horas de bloqueo, mujeres, hombres, niños, niñas, estudiantes, normalistas, ancianas, bebes, todo el pueblo resistiendo a pesar de la lluvia, el frío, y el temor de la represión. 
Las bases más combativas, especialmente las jóvenes compañeras de las Casas del Estudiante “Rosa Luxemburgo”, “América”, “Residentes Universitarios”, emprendieron acciones por su cuenta, la toma indefinida de la UMSNH. Todo esto, claro, como medida de presión hacia el gobierno de Fausto Vallejo para que dejaran libres a los presos.

La importancia de la movilización

Los compañeros estaban presos por motivos políticos, por lo tanto, sin acciones políticas no podrían ser liberados, y en efecto, gracias a las acciones se generaron las condiciones para su liberación. 
El bloqueo de Xangari, la toma de caseta de Zirahuen, bloqueo de la autopista San Ángel Zurumucapio , bloqueo de la carretera Jacona-Los Reyes, en la comunidad de Tarecuato, bloqueo de la carretera Morelia-Pátzcuaro por comuneros de Santa Fé, bloqueo de las carreteras Pátzcuaro-Uruapan, Uruapan-Paracho y Los Reyes-Zamora. Acciones contundentes, acciones coordinadas, acciones efectivas. Solo la movilización del pueblo organizado pudo poner de rodillas al gobierno de Michoacán, para que liberara a nuestros compañeros. Una vez más, se demuestra por la vía de los hechos que la movilización popular sigue siendo fundamental para generar condiciones para obtener triunfos en cualquier lucha social, esta vez se pone en evidencia con la liberación de los presos políticos de las Casas del Estudiante. 

Conclusión.

Desde nuestra humilde opinión creemos que es necesario depurar a la CUL en todos sentidos, desde la base hasta la dirección y los consejos. Se han creado muchos vicios a lo interno de la organización que no dejarán avanzar el movimiento a menos que se eliminen de raíz. Claro, esto no sucederá de un día para otro, pero tomando en cuenta a las bases, brindarles formación política, hacerles ver la importancia de las Casas del Estudiante y el papel tan importante que juegan en la actualidad, poco a poco generaran esos cambios radicales que tanto se necesitan. 

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