Basta de titubeos, si las direcciones no están dispuestas a ir más adelante, que no estorben.

“La situación política mundial en conjunto, se caracteriza principalmente, por la crisis histórica de la dirección del proletariado”. (León Trotsky en el programa de transición).

El movimiento y su dirección

Para toda persona es claro que un movimiento, sindicato u organización necesita un rumbo, esto es una cuestión de sentido común, para emprender la lucha. En el calor mismo de las acciones hay personas que suelen destacar y en ocasiones el movimiento les lleva a dirigir; sin embargo también en estas acciones se pone a prueba la política, el programa de lucha y los métodos empleados por la organización y el movimiento. Lamentablemente la gran mayoría de las direcciones llevan a cabo una política reformista ello como consecuencia se refleja en el programa de lucha, las demandas que plantean reivindicaciones inmediatas son correctas pero limitadas las cuales finalmente terminan por no cumplirse o simplemente son arrebatas por la burguesía a través de su gobierno, esto también tiene mucho que ver con los métodos de lucha que promueven los dirigentes que en cada aparición publica utilizan discursos muy combativos pero a nivel organizativo poco se hace por pasar del “dicho al echo”.
El punto central sigue siendo la política que defiendan los dirigentes, a razón de políticas reformista, corresponde un programa conciliador con la patronal y el gobierno y métodos de lucha que más bien parecen ser de contención del descontento, bien dice el refrán que mucho ruido y pocas nueces.
Hasta el momento la gran mayoría del movimiento obrero y social en el país, se encuentra en la encrucijada, es decir, ha abandonado la posibilidad de luchar por mejoras en todos los sentidos para dar paso a la defensa de todos aquellos derechos y conquistas adquiridos en periodos pasados. Dentro de este marco es como encontramos en la actualidad, la defensa del ISSSTE, la defensa de la escuela pública, la lucha contra la ACE, la defensa del petróleo y la economía popular, la defensa de la autonomía sindical y los salarios, la defensa del derecho a la protesta y de huelga y un alto a la criminalización de la misma, la defensa del empleo y contra los despidos, la defensa de programas sociales que intentan ser eliminados, por mencionar algunos de miles de ejemplos, estas luchas caracterizan al actual periodo de la lucha de clases.
Sin embargo, a pesar de la marcada ofensiva del gobierno espurio de FECAL y del conjunto de la clase empresarial, o sea burguesa, muchos siguen privilegiando la vía de la negociación y acuerdos en lo obscuro para obtener concesiones cuando ha quedado más que demostrado que el gobierno y los ricos no nos darán nada que no se les arranque por medio de la lucha.
Llegado a un momento critico los intereses de la base tienden a chocar de manera directa con las actuales direcciones que siguen aferradas a luchar por un “capitalismo con rostro humano” cuando este sistema esta agonizando a nivel mundial y nos esta agudizando la miseria, desempleo, inseguridad, despojo y demás lacras sociales.

¿Qué y cómo defienden nuestros intereses los actuales dirigentes?

Algunos dirigentes sindicales como Martín Esparza, líder del SME, Francisco Hernández Juárez líder de los telefonistas, y Agustín Rodríguez del STUNAM quedan en ridículo cuando exigen revisiones salariales elevadas (que son correctas) planteando que en caso de no satisfacerse irán a la huelga y terminan por aceptar las migajas que otorga el gobierno y la patronal, aun cuando los aumentos están muy por debajo de la inflación real y de la perspectiva de su crecimiento. Incluido el propio AMLO ha cometido el error de amenazar con el paro nacional, el año pasado en caso de aprobarse la reforma energética privatizadora, a final de cuentas no volvimos a pasar de marchas, mítines, y cercos en la cámara de diputados y senadores. Lo incorrecto no es plantear la huelga lo malo es no prepararla y llevarla a cabo. Incluso el propio charro Napoleón Gómez Urrutia, de extracción Priísta y líder del sindicato minero, va un paso adelante de aquellos que se reivindican democráticos y combativos, no hay que olvidar que producto de la presión de la base minera desde hace años este sindicato a encabezado varias huelgas y paros arrebatándole a la patronal, prestaciones y salarios muy por encima de los que se han estado otorgando a los demás trabajadores del país. “En la primera revisión de tabuladores de salarios y de Contratos Colectivos de Trabajo de 2009, el Sindicato Nacional de Mineros obtuvo una muy positiva revisión, encabezada por el compañero Napoleón Gómez Urrutia, nuestro Secretario General, con la empresa Luismin-Gold Corp en su empresa la Minera Nucay, S.A., de Mezcala, Guerrero. Los trabajadores, pertenecientes a la Sección 270 del Organismo Sindical, obtuvieron un 9 por ciento de aumento directo al salario, pero también un 9 por ciento en el incremento a los bonos y, finalmente, un 40 por ciento de aumento promedio, en la retabulación de categorías de los trabajadores. Adicionalmente, se obtuvieron otros aumentos significativos, como el de 20 por ciento a los seguros de vida.” (www.iblnews.com)
Esto evidentemente esta muy por encima de los raquíticos aumentos salariales aceptados por las burocracias sindicales en pasadas revisiones y muestra que con una lucha decidida es posible derrotar a los patrones y el estado, no hay que olvidar que el estado calderonista tiene una guerra declarada con los mineros por infligirle derrotas a sus amigos empresarios. La huelga y el paro decidido han sido las herramientas claves en estos casos más allá de la supuesta conducción correcta del líder charro Napoleón Gómez Urrutia.

¿Qué hacer?

Creemos que es fundamental poner un alto al gobierno y sus ataques, para ello es necesario que los dirigentes se “pongan las pilas” o abandonen el barco, ya basta de tener capitanes de agua dulce conduciendo nuestros potentes barcos en un ambiente de turbulencia económica y huracanes que terminan con lo poco que nos queda. Es hora de tener como capitanes de barco a personas auténticamente comprometidas y capaces con nuestros intereses, que no les tiemblen las manos para dirigir el timón hacia el paro nacional y el derrocamiento del espurio FECAL y junto con el su sistema explotador y opresivo.
Para ello es necesario pasar a la ofensiva y plantear una serie de reivindicaciones que permitan ir recuperando el terreno perdido y ganar nuevas cosas:
• Escala móvil de salarios-precios: Incremento inmediato de los salarios por encima de la inflación existente.
• Reparto del trabajo entre todas la manos: Reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salario para que de esta forma todos los desempleados y despedidos puedan integrase en la nuevas plazas.
• En defensa de las fuentes de trabajo, contra el cierre de empresas y los paros técnicos. Empresa cerrada, empresa que tiene que ser ocupada y reabierta por sus trabajadores. Nacionalización sin indemnización de las empresas que realicen paros técnicos y aquellas que hayan sido cerradas puestas bajo control obrero de la producción.
• Reducción de precios en productos básicos, alimentos, medicinas, transportes, gasolina y diesel. Contra el acaparamiento y especulación es necesario crear comités de control en sindicatos y barrios que fijen, regulen y vigilen los precios, en las grandes cadenas comerciales y farmacéuticas.
• Contra la especulación monetaria y el monopolio financiero. Nacionalización de toda la banca sin indemnización a estos grandes chupasangre y sudor de cientos de miles de personas. Alto al acoso comercial contra los deudores. El dinero de los banqueros y empresarios pertenece al pueblo.
• Nacionalización de las AFORES que se han encargado de desaparecer el dinero del seguro de retiro de millones de trabajadores que los dejan en completo desamparo.

Luchemos contra las causas y no contra los efectos de la crisis, luchemos por el socialismo. Que los dirigentes del movimiento obrero, campesino y popular se pongan a la altura sino depongámoslos de su responsabilidad.

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