Suplemento

ELECCIONES: SÓLO UNA POLÍTICA DE CLASE NOS DARÁ LA VICTORIA

Este año va a traer consigo diferentes acontecimientos políticos en nuestro país y a nivel internacional; de manera particular, se desarrollarán elecciones federales (gobernadores, presidentes municipales, diputados federales y locales). Las próximas elecciones se vislumbran con un alto nivel de abstencionismo reflejo de la desilusión de miles de personas por los acontecimientos de estos últimos años y una fuerte desconfianza de los votantes hacia el IFE; aunque esta institución ha tratado y sigue tratando de limpiar su nombre, como hemos visto estos últimos días con su llamado blindaje para estas elecciones, no podrá revertir esta reacción pues el papel jugado en el fraude fue parte fundamental en la usurpación que realizó Felipe Calderón del poder ejecutivo.

Las elecciones de 2007 y 2008: El PRI retoma el control

Las elecciones de Oaxaca en 2007 marcaron lo que sería la tónica en 2009; en aquel momento el PRI logró avances importantes dentro un abstencionismo de más del 77%.

En 2008 hubo elecciones en Nayarit, Baja California Sur, Coahuila, Quintana Roo, Hidalgo y Guerrero para renovar alcaldías, municipios y diputaciones locales. La tendencia fue

la misma: El PRI arrasó con una buena cantidad de distritos en cinco estados, con la excepción de BCS que desde que ganó el PRD la gubernatura, hace ya algunos años, se

ha mantenido como aplastante mayoría, sin embargo el abstencionismo fue entre el 54% (sobre el total de la planilla electoral) en BCS a más del 65 % en Coahuila.

El abstencionismo tiene en el fondo una falta de credibilidad en las instituciones, pero eso no es lo único, en algunos casos el PRD es inexistente como Nayarit, Coahuila y en otros a resultado muy quemado como en Hidalgo y Guerrero, donde no representa ninguna alternativa.

Los triunfos del PRI están relacionados con estos aspectos; la abstención permite que el PRI; utilizando sus viejas tácticas de acarreo tanto de corporaciones masivas con las que todavía cuenta, la compra de votos, más el apoyo de todo el aparato estatal donde gobierna (18 estados) y la falta de otra alternativa han permitido que pueda posicionarse nuevamente en múltiples regiones de la República. El PRD está reflejando más de lo mismo para muchos trabajadores, como en el caso de Guerrero donde gobierna, pero con caciques que vienen de los tiempos de Don Porfirio. El PAN tiene pocos bastiones fuertes y ha resultado muy golpeado en tan sólo unos cuantos años de gobernar el Ejecutivo, por lo que no se verán muchos avances; por su parte

el PRI tendrá oportunidad para lograr remontar sobre los otros partidos, de esta forma estará en posibilidades de negociar con el gobierno federal más lugares dentro del poder o donde se pueda seguir mamando el presupuesto, y por supuesto para que le cuiden el trasero cuando salgan más pestes de sus putrefactas cloacas, más gobers preciosos, Ulises Ruiz y etc. Al gobierno le servirá tener amarrado esta alianza para continuar imponiendo su política de ataques a los trabajadores y recrudecer la represión en el amparo de la legalidad.

El PRD, los Chuchos y la propuesta de AMLO

Es claro que la política timorata del partido del sol azteca ha jugado su papel viéndose como uno más; pero esta situación se ha agravado con la crisis a lo interno, donde el aparato ha sido totalmente copado por los “chuchos” y lo está llevado a tener un papel no de combatividad, ni de ganar elecciones, sino de negociar las migajas y administrar las derrotas en su provecho. El ala de “izquierda” representada por AMLO y Encinas está confundida en su reformismo, debemos estar pendientes del ambiente entre los sectores más combativos del movimiento dentro y fuera del partido y debemos explicar pacientemente que no es razón de abandonar la idea de un partido, sino explicar qué clase de partido es el que necesita el proletariado. De cara a las elecciones federales del 2009 estas premisas jugarán un papel importantísimo. El PRD es un caso especial puesto que se lanzará con campañas diseñadas para perder y con posibilidades de negociar (ya sabemos a cambio de qué) con los otros partidos, resultará funesto para el partido que tendrá un fuerte retroceso; con la excepción de los estados que son perredistas fuertes como el DF y Michoacán. El factor de Jesús Ortega en la presidencia agudizará estas prácticas y supondrá un elemento de contención para el ala de más izquierda dentro del partido; dicha ala encabezada por AMLO es poco probable que rompa con el partido antes de las elecciones del 2009 dado que estará esperando poder obtener ciertos “acuerdos” de partes interesadas, tampoco son lentos en ese sentido y Obrador sabe que la “Nueva Izquierda” por más palabrotas que les grite lo necesitan para mantener los votos duros y por supuesto la influencia entre los trabajadores de la que todavía goza; esta será la tónica de las elecciones para el PRD negociación adentro y afuera. En el caso de que la mayoría de los candidatos de los “chuchos” queden impuestos en las próximas elecciones, esta será una receta segura para una crisis aun mayor para el PRD en términos electorales y sociales. La gente no votará por candidatos que son identificados como agentes de FECAL dentro del PRD. Por otro lado, el voto dividido y la indefinición de AMLO con respecto a fijar una posición clara para apoyar algún partido en las próximas elecciones sólo crean más confusión dentro de la gente. Con la propuesta de AMLO da igual votar por el PRD, PT o Convergencia, a pesar de que estos salgan separados en las elecciones. Probablemente juntos podrían ganar con una amplia mayoría al PRI y al PAN, divididos serán derrotados todos. De cara a las elecciones de este año el PRIAN y los demás partidos (PVEM, PNA, PSD), incluida la derecha del PRD, se presentarán con campañas cuya finalidad es confundir la población en general, los candidatos de estos partidos se mostrarán como la mejor opción para el desarrollo del país y en favor de mejorar el bienestar de las clases más desprotegidas, sin embargo, llegando a los cúreles harán todo lo contrario, esto lo sabemos perfectamente.

¿Existe alguna alternativa?

Ante todo es importante aclarar que la lucha parlamentaria sólo es un medio y no un fin por sí mismo. Mientras el movimiento de los trabajadores y el pueblo no alcance el nivel suficiente de organización para sustituir el aparato de Estado existente es necesario luchar por arrebatar la mayor parte de los espacios dentro del marco de la democracia burguesa. Pero es importante aclarar que dichas instituciones no representan los intereses del pueblo, todo lo contrario sirven para legitimar la mayor parte de los ataques como ha quedado demostrado de manera más clara para millones de personas en los últimos tiempos, los trabajadores han visto cómo los tres poderes se han confabulado para arrebatar las conquistas históricas, como PEMEX, la seguridad social, y la educación pública; a la par nos han arrebatado las pocas libertades democráticas como el voto con el fraude electoral del 2006, el derecho a la protesta como en el caso de San Salvador Atenco y Oaxaca. Solamente una política clasista que defienda los intereses de los trabajadores y las masas puede ser algo atractivo para las millones de personas que se preparan para la abstención en la próxima elección. Es necesario que las candidaturas no se decidan en las cúpulas de los partidos sino desde asambleas desde las bases en donde participen los movimientos sociales, los campesinos en lucha, los trabajadores que están resistiendo los embates del Estado, los jóvenes que están desencantados de la política tradicional, etc…

En las próximas elecciones no se trata de un simple voto, es necesario organizarnos por la unidad de las diversas luchas. Más que por un candidato votemos por un programa político que contemple medidas claras pontra la crisis capitalista y por la transformación de la sociedad.

BALANCE DEL MOVIMIENTO EN DEFENSA DEL PETRÓLEO

Los orígenes del movimiento por la defensa del petróleo

Cuando AMLO convocó al zócalo para plantear la necesidad de defender a PEMEX estábamos a poco más de un año de luchar contra el fraude electoral, de no reconocer al gobierno espurio: un año de organización y resistencia donde la afiliación al gobierno legítimo daba sus primeros pasos a lo ancho y largo del país. Al final los “chuchos” con piel de oveja dentro del partido acabaron por reconocer al espurio al mismo tiempo que comenzaban la carrera por las candidaturas para las elecciones del presente año, en algunos casos perfilándose como “la opción” para competir en las próximas elecciones presidenciales. En aquellos días el movimiento contaba con mucha mayor participación lo que dificultó que el gobierno usurpador pudiera moverse libremente a través de sus lacayos en el partido, éstos a mediano plazo lograron una victoria parcial sobre el movimiento encabezado por López Obrador, quien en reiteradas ocasiones manifestó trascender la lucha a través de diferentes etapas en caso de que el gobierno calderonista tratara de privatizar a petróleos mexicanos; sin lugar a dudas, la oposición a la privatización representó una política correcta. Las presiones generadas por la movilización social y el descontento a nivel nacional en contra del saqueo de los recursos naturales provocó declaraciones bastante más combativas: cierre de aeropuertos, carreteras e incluso el paro nacional.

Nuevamente se crea la ilusión de que por medio de la acción de las cúpulas partidistas se detendría el modelo económico que han venido aplicando los gobiernos priístas y panistas que significa un capitalismo rapaz que impone un régimen de explotación, represión, corrupción y privilegios que benefician a unos cuantos en perjuicio del pueblo trabajador. En el momento que el movimiento gira hacia la defensa de PEMEX no se plantea como una necesidad luchar por un frente único de los trabajadores, con ello se repite el aislamiento de las demás luchas que se desarrollaban a nivel nacional como la lucha contra la nefasta nueva ley del ISSSTE, la Alianza para Calidad Educativa, la injerencia del gobierno en los sindicatos, etc.; nada nuevo pues en 2006 ocurrió lo mismo, oídos sordos y mirada ciega ante lo que ocurría en Oaxaca, Atenco y Michoacán. Los planteamientos de lucha para defender la industria petrolera se enfocaban en gran medida a la lucha parlamentaria convirtiendo la participación de los trabajadores, estudiantes, amas de casa, campesinos, en mero apéndice del parlamentarismo, olvidando así quién era el verdadero artífice del debate sobre la privatización: la movilización y organización desde abajo. Incluso tuvimos que enfrentarnos a métodos antidemocráticos, sin embargo, fueron nuestras acciones desde las calles que arrebataron el debate sobre la privatización, más que las acciones aisladas en el congreso y, por supuesto, que la apertura del gobierno espurio. Los planteamientos de mantener “etapas de lucha” que se levanten, sin ninguna relación y análisis y correcto balance de las condiciones previas y generadas, colocan al movimiento en un círculo vicioso que provoca una división artificial. Las cuestiones informativas, parlamentarias, de movilización así como el cierre de carreteras y aeropuertos, no se contraponen entre sí, en todo caso guardan una relación que debemos tener muy clara a la hora de trazar nuestras perspectivas y acciones de combate.

De las palabras a los hechos

El gobierno de FeCal no tardó en dar avances a favor de la burguesía; consciente de que la batalla por acabar de desmantelar a la industria petrolera se jugaría en el estadio de la burguesía (el parlamento) se urgió a iniciar la batalla y lanzó su iniciativa presentada como reforma saludable para PEMEX. En este caso, Nueva Izquierda –los chuchos- la acogió con gusto, sentimiento similar que expresó el prianismo; el papel jugado por los esquiroles de NI en los últimos meses, presionando al obradorismo para evitar la movilización y organización democrática desde las fabricas, colonias, escuelas, etc. les a validó la presidencia del PRD por parte de los ladrones del TRIFE. Desde este momento las bases se distanciaban de esta corriente política y preparaban sus armas para dar la batalla en la arena del propio partido. El FAP dio una participación en el debate sobre la reforma de PEMEX que hacia válido el planteamiento de las etapas; la desvinculación del debate con la movilización en las calles generó confusión, pues no sólo con la fuerzas de los argumentos y un buen parlamento se logra detener los intereses históricamente manifestados por la burguesía. Menuda sorpresa se generó cuando “el atrasado e inconsciente pueblo” a unos días de ser aprobarse la reforma responde con la movilización y manifiesta claramente que el debate no es más que “una tomada de pelo”.

El movimiento en defensa del petróleo ha sido profundamente golpeado: los años de malversación, amiguismo y corrupción quedaron perfectamente legalizados al igual. Similar al movimiento contra el fraude, el potente, pero débil aún, proletariado mexicano se ha quedado con una batalla a medias teniendo qué posponerla, y nuevamente ha tenido que sufrir las consecuencias de una política titubeante. Un movimiento por grande que sea, si se queda aislado está destinado a ser derrotado tarde o temprano, un movimiento sólo puede extenderse si sus banderas son de interés común a los demás sectores oprimidos y explotados: la lucha contra la carestía de la vida, las privatizaciones, el desempleo, y demás. Así tenemos como balance de la lucha importantes lecciones, y como siempre éstas son las que explican importantes derrotas. El aumento de las luchas locales en sí mismo no es garantía de nada positivo; si no más correctamente, es síntoma de la debilidad del movimiento, ¡Unidad, ninguna lucha aislada más! El parlamento sigue siendo un referente político para un importante sector del proletariado, de aquí la necesidad de orientar correctamente la lucha y evitar al máximo la división del movimiento. Repudiamos las acciones caricaturescas en el congreso, que los diputados encabecen la toma de aeropuertos, casetas, etc. Estas medidas debe ser acompañadas por una participación mayor de los trabajadores, de las bases en la política dentro y fuera del PRD, la participación en el movimiento es vital para que la política de la dirección del movimiento no sea vacilante, y representa un peso importante en la lucha contra los panistas de amarillo.

No debemos quitar el dedo del renglón: más democracia en el movimiento, una unidad y coordinación en los frentes de batalla: en el Congreso y en las calles.

Los trabajadores tenemos una experiencia gigante del 2006 ¡queremos decidir y participar!, sabemos cómo hacerlo y tenemos claro que las luchas deben ser conjuntas, ¡basta de desunión ficticia de las luchas del pueblo, todas son una misma!: la lucha del proletario del campo y la ciudad contra el sistema de opresión y sus lacayos espurios.

¡Ninguna lucha aislada!

¡Por un congreso de bases de todo el movimiento!

¡La defensa del petróleo debe continuar!

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